Nuestras películas

Recuerdo que cuando estudiaba la preparatoria, solía ver las películas mexicanas de Pedro Infante, Joaquín Pardave, la muy respetable Sara García, todos ellos magníficos actores de aquellos tiempos, aquellos que representaban los valores y tradiciones de nuestro país y más que nada de nuestra cultura.
Como gozaba viéndolas, reía y hasta lloraba sin sospechar la asimilación destructiva que se estaba llevando a cabo en mis patrones de conducta y de permisibilidad. Porque si bien son actores excelentes de sus tiempos, reflejaban sin tapujos las formas de vida de una madre, de una esposa, de una hija, de una amante y las formas tan sexistas con las que eran tratadas.
Hace unos 4 años o más que volví a ver una de esas películas y me sorprendí gratamente que no podía seguir viéndola, me invadió una sensación de coraje e impotencia ante semejante exposición…y pensar que eran parte de mi vida y de mi entretenimiento. Claro ahora entiendo la razón por la cual podía yo ver “normales” las relaciones enfermizas entre novios, familia y matrimonio.
Ahora recuerdo con risa peligrosa cuando el galán de galanes Infante siempre mujeriego y falto de sensibilidad dentro de sus papeles, se enojaba con la novia o prometida, arremetía una bofetada y ella con la greña despeinada se lanzaba a sus brazos pidiendo no la abandonara, ya que ella no podía vivir sin él.
Si bien sé que aún estas situaciones se dan y peor de lo que nos podemos imaginar, también sé que ya existen otro tipo de mujeres, con otras metas, ideales y con la autoestima bien colocada. Es ahí cuando intento poner esa misma situación en nuestro contexto actual y dentro de la vida de este tipo de mujeres y creo que lo único que recibiría nuestro “Infante” sería un buen revés de entrepierna.
Sinceramente eso me da un poco de tranquilidad que al menos ya hay más mujeres llevando a cabo su vida por sí mismas, más mujeres en altos puestos, mujeres pilares de sus casas. Que nos falta mucho, sí, nos falta mucho pero da gusto voltear atrás y ver que ya no es igual, es mejor.
Felicidades a todas las mujeres que no tienen “Infantes” en sus vidas….y esto es…lo que hay mi cabeza.